LESIONES
DE TEJIDOS BLANDOS
Las
lesiones de tejidos blandos pueden incluir lesiones de estructuras cutáneas,
músculos, tendones, ligamentos o cápsulas de tejido que rodean ciertas
articulaciones.
Esguinces,
distensiones y contusiones
·
Los
esguinces son lesiones de los ligamentos. Los ligamentos son los tejidos que
conectan a los huesos.
·
Las
distensiones son lesiones en los músculos y/o los tendones que los unen o los
sostienen. Por lo general se producen al estirar el músculo o tirar de él, o
por una contracción fuerte y repentina del mismo.
·
Las
contusiones son hemorragias dentro de un tejido.
·
Todos
estos tipos de lesiones de tejidos blandos son comunes. Por lo general son
leves, pero a veces pueden ser bastante graves. También pueden ocurrir
conjuntamente en una misma zona lesionada.
Síntomas
de una lesión de tejidos blandos
Si una
persona sufre una lesión de tejidos blandos va a presentar dolor e inflamación.
Según la gravedad y el lugar dónde se ubique, la lesión puede afectar las
actividades que impliquen el uso de la extremidad o parte del cuerpo que se ha
lesionado. Las lesiones graves de tejidos blandos harán que el niño o
adolescente detenga su actividad.
Aparecen
contusiones, cerca de la superficie de la piel, o debajo de la piel en zonas
donde es más delgada, como el tobillo, y hacen que la piel cambie de color
hacia el rojo oscuro o azul. Las contusiones más profundas, como por ejemplo en
un músculo, pueden no producir cambios de color en la piel.
Causas de
una lesión de tejidos blandos
La causa
de los esguinces y las distensiones es una fuerza severa o repentina de
torsión, estiramiento o contracción (esta última en los músculos). Estas
estiran, o incluso desgarran las fibras del músculo, tendón o ligamento. Puede
llegar a hacer que el músculo, tendón o ligamento se separe de su punto de
anclaje.
La causa
de las contusiones suele ser un golpe o presión directa sobre el área
lesionada.
Hemorragia
La hemorragia es la salida de la sangre desde el sistema cardiovascular,
provocada por la ruptura de vasos sanguíneos como venas, arterias y capilares.
Es una situación que provoca una pérdida de sangre, y puede ser interna o
externa.
Clasificación
Según
su origen
·
Abdomen muy
sensible o rígido, hematomas en diferentes partes del cuerpo.
·
Pérdida de
sangre por recto o vagina.
·
Vómito con
sangre.
·
Fracturas
cerradas.
·
Manifestaciones
de shock.
·
Si la
víctima presenta síntomas de hemorragia interna o usted sospecha que la fuerza
que ocasiono la lesión fue suficiente para provocarla, traslade la víctima lo
más pronto posible.
·
Controle la
respiración y pulso cada 5 minutos.
·
Abríguela.
·
NO le dé
nada de tomar.
·
Hemorragia externa: Es la hemorragia producida
por ruptura de vasos sanguíneos a través de la piel, este tipo de
hemorragias es producida frecuentemente por heridas abiertas.
·
Acueste a la
víctima.
·
Colóquese
guantes desechables de látex.
·
Descubra el
sitio de la lesión para valorar el tipo de hemorragia ya que esta no es siempre
visible; puede estar oculta por la ropa o por la posición de la víctima.
·
Para
identificar el tipo de hemorragia seque la herida con una tela limpia gasa o
apisono.
·
Si esta
consciente dele a beber suero oral o agua.
·
Hemorragia exteriorizada: a través de orificios naturales
del cuerpo,
como el recto (rectorragia), la boca vomitando (hematemesis) o tosiendo (hemoptisis), la nariz (epistaxis), la vagina (metrorragia), la uretra (hematuria), el oído (otorragia),
y el ojo (hiposfagma).
Según
el tipo de vaso sanguíneo roto
·
Hemorragia capilar: Es la más frecuente y
la menos grave pues los capilares sanguíneos son los vasos más
abundantes y que menos presión de sangre tienen. La sangre fluye en sábana.
·
Hemorragia venosa: El sangrado procede
de alguna vena lesionada y la sangre
sale de forma continua pero sin fuerza, es de color rojo oscuro.
·
Hemorragia arterial: Es la más grave si no
se trata a tiempo, el sangrado procede de alguna arteria lesionada y la sangre
sale en forma de chorro intermitente, es de color rojo rutilante.
Cara y
Cráneo
·
Cubra con
una gasa o tela limpia.
·
Si no
sospecha que hay fractura haga presión directa hasta que la hemorragia se
detenga.
Nariz (epistaxis)
Para detener una hemorragia nasal haga lo siguiente: Siente
a la víctima. La po
·
sición
sentada reduce el riego sanguíneo para cabeza y nariz.
·
Si es
necesario incline la cabeza hacia adelante para evitar ingerir la sangre y
ocasionar el vómito.
·
Presione
sobre el tabique de la nariz (arriba de las ventanas nasales) con sus dedos
índice y pulgar. Esto permite obstruir la arteria principal que irriga la
nariz.
·
No la
exponga al sol.
·
No permita
que se suene porque aumenta el sangrado.
·
Remítalo a
un centro asistencial.
Dentales (hemorragia Alveolar)
·
Tapone el
alvéolo o hueco de la encía que sangra con una gasa empapada en agua oxigenada
(diluida) y explíquele que muerda con fuerza.
·
NO le
permita que haga buches con ningún tipo de solución y menos con agua tibia.
·
NO le de
bebidas alcohólicas.
·
NO permita
la introducción de elementos en el alvéolo como ceniza, sal, café etc.
·
Remítalo al
odontólogo.
Hemorragia Genital Femenina
Este tipo de hemorragias son frecuentes en casos de
irregularidades en la menstruación, aborto o postparto.
CUIDADOS DE
HERIDAS Y DRENAJES QUIRÚRGICOS
Herida es la
respuesta a una agresión mecánica o traumatismo abierto que cursa con solución
de continuidad en la piel o en las mucosas. La producción de una herida
desencadena un síndrome inflamatorio, pérdida de sustancia, hemorragia,
separación de los bordes y una serie de síntomas acompañantes que dependen del
asiento topográfico y de la profundidad de las lesiones.
Clasificación
Se pueden
clasificar según diferentes patrones:
·
Atendiendo a
su profundidad:
·
Arañazo o
desolladura. Afecta solo a epidermis.
·
Herida
superficial. Afecta hasta tejido celular subcutáneo.
·
Herida
profunda o complicada. Afecta a estructuras subdèrmicas (aponeurosis, músculos,
nervios, vasos, etc.). Si existe afectación ósea se conoce como fractura abierta,
por cuanto la afectación ósea es prioritaria sobre el resto de las lesiones
concomitantes.
·
Herida
penetrante. Cuando el trayecto de la herida comunica cavidades naturales con el
exterior (tórax, articulaciones, etc.) siendo además una herida perforante si
ocasiona una solución de continuidad en las vísceras albergadas en aquellas
cavidades.
- Atendiendo a su dirección,
respecto al eje mayor del tronco, cabeza, cuello y extremidades, pueden
ser longitudinales, transversales, oblicuas y espiroideas.
- Atendiendo a las
características del agente productor o mecanismo de producción. Constituye
el método más utilizado en clínica.
- Heridas punzantes. Ocasionadas
por objetos terminados en punta afilada o cónica (punzones, estiletes,
etc.)
- Heridas incisas. Producidas por
objetos con bordes cortantes o aristas afiladas (navajas, bisturís,
vidrios, etc.)
- Heridas por mordeduras. Su
irregularidad y componente contuso se asocian al grave componente
infeccioso representado por los gérmenes, en gran parte anaerobio, procedente
de la boca del agresor.
- Heridas por arma de fuego y
heridas emponzoñadas (o producidas por agentes productores de veneno,
generalmente animales) que por sus especiales características merecen
capítulo aparte.
Síntomas
Las heridas
pueden originar repercusiones de índole general o sistémica, como una respuesta
vasovagal, traducida por un síncope o lipotimia y en casos más graves shock
hipovolémico, además de la afectación de los diferentes órganos, que dará lugar
a cuadros clínicos particulares.
Los síntomas
locales son característicos de toda herida: dolor, hemorragia y separación de
los bordes.
- Dolor. Como consecuencia de la
irritación ejercida sobre las terminaciones nerviosas sensitivas, por el
propio traumatismo y por su exposición al medio ambiente.
Es constante y localizado, pero a
veces se irradia a zonas próximas mediante reflejos axònicos transmitidos a
fibras nerviosas vecinas. Suele persistir hasta que el lecho de la herida se
aísla del exterior por la aproximación de sus bordes o por la costra elaborada
por coagulación y desecación de la sangre y de los exudados. Si reaparece
constituye un síntoma sospechoso de infección.
La intensidad del dolor depende de
varias circunstancias: de la localización, del traumatismo, en función de la
mayor inervación sensitiva, de la forma del agente traumático y en consecuencia
la variedad de herida por él determinada, circunstancias personales de índole
psicológica e incluso neurológicas
- Hemorragia. La rotura de los
vasos implicados en el área de la herida determina constantemente una
hemorragia, cuyas características sirven para determinar su origen: arterial,
venoso o capilar, ésta última también llamada hemorragia en sábana.
- Separación de los bordes de la
herida. Inicialmente se produce una separación temporal o transitoria que
depende fundamentalmente de las características del agente etiológico y la
forma en que actúa. Posteriormente se produce una separación permanente o
definitiva, una vez que el agente causante ha dejado de actuar y que va a
depender de la capacidad elástica de los diferentes tejidos lesionados.